Las bolas de cerámica se utilizan principalmente en entornos hostiles. Sus principales ventajas sobre el acero es que tienen una densidad un 40% menor que el acero, tienen una expansión térmica un 29% menor y son un 150% más duros. En determinadas aplicaciones de alta velocidad, su vida se prolonga cien veces. También se utiliza como medio de molienda. Hay tres tipos principales.